Acciones cotidianas circundan, transeúntes caminan por la ciudad penquista en el último mes del año, entre compras navideñas y el anhelado nuevo año , 2010. En el ajetreo de esta manada condicionada, y en un paisaje común, nace el reflejo de su movimiento, algo indeciso que invita a volver a sentir e imaginar.
Vestidas iguales y con el pelo escondido en una peluca fucsia, evocan indirectamente el recuerdo de un personaje animado, conocido y reconocido por la gente.
"Pelucas" evoca el efecto esperado, respondiendo desde halagos tiernos de los menores hasta el cuestionamiento y filtreo de los jóvenes e incluso la indiferencia de los adultos, generando la reacción y atención de los receptores, respondiendo a nuestra inquietud de "causa y efecto", en relación a los movimientos danzados enfrentados a los movimientos cotidianos; observamos la capacidad de condicionamiento que poseen los individuos que al adaptarse al medio se obligan a tener.
